Aparentemente Gatico fue un rico pueblo minero, en algún momento con más de tres mil habitantes, hotel, correo y municipio hasta el año 1927. Desde la disolución del municipio, a través del Decreto Supremo N° 5.526 del Presidente Carlos Ibáñez del Campo, Gatico se transformó en una Subdelegación dependiente de la Municipalidad de Tocopilla.
La casona de Gatico —para la administración de la mina— tendría poco más de un siglo y ha sufrido varias catastrofes, entre ellas: el aluvión de 1912, del cual se pudo reparar, pero las marejadas descomunales que azotaron al pueblo en 1922 imprimieron nuevamente la tónica de la destrucción. Además de la crisis económica de 1921. Luego, la debacle mercantil de 1932 y el aluvión de 1940.
El aluvión de 1940, destruyo el poblado completo: las minas colapsaron por el aluvión del 25 de julio, las casas del pueblo minero quedaron completamente bajo el alud de piedras gigantes y barro.
Además, el terremoto de Tacna de 1868 afectó gravemente sus viviendas y luego la peste amarilla de 1869 habría acabado con gran parte de la población, especialmente con los niños de corta edad. Aun así, este puerto minero continuó creciendo bajo la soberanía boliviana durante varios años más.
Las historias de fenómenos paranormales o anómalos son numerosas, de hecho yo mismo fui afectado por «algo bastante raro», y el fenómeno más interesante es una grabación realizada por el grupo CEIFAC en la que parece escucharse un susurro que diría «hola papito».
