Pérdida de la Paideia

La paideía en la cultura griega antigua era mucho más que un sistema educativo; representaba una forma integral de formación de la persona y del ciudadano, buscando cultivar virtudes éticas, intelectuales y físicas en armonía con el ideal de la areté (excelencia). Esta educación estaba orientada no solo hacia el conocimiento y el desarrollo de habilidades, sino también hacia la formación de un carácter moral que permitiera la participación activa y constructiva en la polis (ciudad). La paideía fomentaba ideales cívicos y un sentido de pertenencia y responsabilidad colectiva.

¿Cómo y por qué perdieron los griegos su paideía?

La pérdida de la paideía griega fue un proceso gradual y multifacético, influido por varios factores:

1. Invasiones Extranjeras y Decadencia Política: La conquista de Grecia por parte de Macedonia y luego por Roma significó una disminución de la autonomía política griega, y con ello, una pérdida progresiva de su sistema de valores y educación propios. La educación empezó a ser influida por intereses y valores externos.
2. Cambios Culturales y Filosóficos: Con el auge de la filosofía helenística y luego la influencia romana, se desplazó el enfoque del ideal cívico hacia un ideal más personal, de autoperfeccionamiento y cosmopolitismo. La paideía pasó de ser un sistema colectivo centrado en el ciudadano de la polis a una búsqueda personal de sabiduría.
3. Cristianización del Imperio Romano: Con la adopción del cristianismo como religión oficial, la educación en el Imperio se reorganizó según los valores cristianos, y la paideía se adaptó o fue sustituida por el ideal cristiano de la formación espiritual. El enfoque en la ciudadanía y la virtud cívica perdió relevancia, en favor de una moral individual.

Paideía en otros países: Suiza, Rusia y otros

Algunos países han desarrollado sistemas de valores educativos y cívicos que, si bien no son paideía en el sentido clásico, cumplen una función similar:

• Suiza: Suiza tiene una cultura cívica muy arraigada, con un sistema de educación cívica y una identidad nacional fuerte que fomenta la participación directa en decisiones políticas, la responsabilidad comunitaria y la neutralidad. Su paideía se basa en la autogestión ciudadana y en un compromiso con la democracia directa y el respeto por la diversidad cultural interna.
• Rusia: La identidad rusa está muy influida por la religión ortodoxa, el patriotismo y el sentido de comunidad y sacrificio por la patria. La educación ha enfatizado históricamente el respeto a la autoridad, el orgullo nacional y la fortaleza colectiva. Sin embargo, la paideía rusa se orienta más hacia la lealtad y la resistencia que hacia la participación democrática.

Otros países europeos como Francia o Alemania tienen también sistemas que podríamos considerar formas de paideía, en el sentido de que promueven valores cívicos específicos y una identidad nacional basada en ideales históricos, éticos y políticos.

Chile y la falta de una paideía

Chile, como muchos países latinoamericanos, enfrenta desafíos particulares para desarrollar un sistema de paideía propio, debido a varios factores históricos, sociales y culturales:

1. Historia Colonial: La identidad de Chile, como la de otros países de América Latina, tiene raíces en una historia de colonialismo y dependencia de poderes externos. Esto ha dificultado la construcción de una identidad cívica unificada y propia.
2. Desigualdad y Fragmentación Social: Las marcadas desigualdades económicas y sociales han creado barreras significativas para una cohesión cultural y cívica amplia. La educación en Chile, muchas veces segregada por niveles socioeconómicos, refuerza divisiones en lugar de promover una identidad común.
3. Inestabilidad Política: Los cambios políticos y las transiciones abruptas en la historia reciente han dificultado la creación de un sistema educativo centrado en valores compartidos de forma estable. Los ideales de la dictadura militar, centrados en el control y la obediencia, contrastan con las aspiraciones democráticas de generaciones más jóvenes, lo que ha llevado a una falta de consenso sobre los valores nacionales.

¿Cómo podría desarrollarse una paideía chilena?

Para que Chile pudiera construir una paideía, sería necesario:

1. Educación Cívica Integral: Crear un sistema educativo que no solo instruya en conocimientos académicos, sino que también cultive la responsabilidad cívica, la participación ciudadana y el compromiso con el bien común. Esto podría incluir un enfoque renovado en la historia nacional, los valores democráticos y el respeto a la diversidad.
2. Identidad Cultural Inclusiva: Una paideía chilena debería reconocer y celebrar la diversidad de culturas que existen en el país, desde los pueblos originarios hasta las influencias europeas y afrodescendientes. Incluir esta diversidad en la educación ayudaría a construir una identidad más rica y cohesionada.
3. Reducción de Desigualdades: Para que exista una identidad cívica compartida, se necesita una base de igualdad en términos de oportunidades y acceso a recursos, lo cual implica reducir la segregación y la desigualdad educativa. Esto fomentaría una mayor cohesión y permitiría a todos los ciudadanos participar en el ideal de nación.
4. Democracia Participativa: Promover mecanismos de participación directa en decisiones locales y nacionales podría fomentar una cultura de responsabilidad y pertenencia que refuerce los ideales cívicos.

Esperanzas para una paideía chilena

Si Chile lograra desarrollar una paideía, esto podría transformar la sociedad en varios aspectos positivos:

• Un sentido de comunidad y pertenencia más fuerte que disminuya la fragmentación social.
• Un aumento en la participación política y en la confianza en las instituciones, basado en un sentimiento de responsabilidad compartida.
• Una valorización de la diversidad cultural, con un sentido de identidad que incluya todas las realidades y orígenes que forman la historia y el presente de Chile.
• Un desarrollo sostenible y equitativo, en el que los valores compartidos de justicia, solidaridad y respeto impulsen políticas que beneficien al conjunto de la sociedad.

La creación de una paideía chilena sería, sin duda, un proceso largo y complejo, pero traería consigo una transformación profunda, fomentando ciudadanos con un sentido de responsabilidad cívica, ética y colectiva, esenciales para la construcción de una nación cohesionada y democrática.